En tiempos de incertidumbre geopolítica, el mercado inmobiliario se consolida como una opción segura para proteger el dinero. En febrero, la compraventa de viviendas creció un 13,9%, rozando las 60.000 operaciones (59.682 en total), lo que representa el mejor dato para un mes de febrero desde 2007.
Este repunte del sector se debe, por un lado, a unas condiciones hipotecarias más favorables gracias a una política monetaria más flexible, y por otro, al atractivo de la vivienda como inversión estable. Así, tanto quienes compran para residir como quienes lo hacen con fines de inversión están impulsando una mayor demanda sobre una oferta limitada, lo que anticipa una subida de precios.
Los datos provisionales publicados por el INE este miércoles reflejan ya ocho meses seguidos de crecimiento interanual. Todo esto ocurre en un contexto de tipos de interés en descenso desde junio del año pasado y con un Euríbor más bajo, lo que ha facilitado el acceso a la financiación.
FUENTE PERIODÍSTICA EL ECONOMISTA